lunes, 31 de octubre de 2016

Se entretenía jugando a pensar lo que haría mañana. A sabiendas de que mañana no haría nada y el hoy se repetiría constantemente hasta el fin de sus días. Pero luchaba. Luchaba para no morir en vida y su mente era su mejor ejército: "en cuanto se me pase esto me voy a poner a..." y se tumbaba en la cama llorando entre sueños que la sumían en la realidad.
"En cuanto se me pase voy a ir a...." repetía mientras se levantaba gritando dolores tan reales como acusadores de vivir una mentira piadosa.
"En cuanto pueda tengo que...." era su medicación para aguantar unas horas más y mantener el miedo a su espalda.
Miedo, dolor, decepción. Ese fin de balances ingratos a una vida llena de esfuerzos por sobrevivir, esfuerzos y valores más allá de  lo prudente para una sociedad que lo evita constantemente, sin darse cuenta que de ese modo también evita la felicidad y su propia vida...
"Luego me voy a poner a...." sabiendo que Luego se le fue hace mucho, mucho antes de que ella se diera cuenta. Pero se negaba a caer en el precipicio y sola, totalmente sola, se sujetaba a una rama invisible pero que , contra todo pronóstico, la mantenía sutilmente sujeta en un aire que convertía la noche en real y el día en sueños.
"Mañana mismo me pongo a ello..."

A. Estrada
Bilbao 13-9-2016